Respirar profundo... convencerse de que nada es real y sonreír. Pensando en las personas indispensables en mi vida, y darme cuenta que ocupo el lugar de alguien mas o el lugar que ocupara alguien mejor en el futuro,  “a veces tienes que caer para saber lo alto que has llegado” antepuesto a esa frase, a veces solo es suficiente contar desilusiones. Deseo más que nada en el mundo volver a ser pequeña, deseo simplemente un abrazo, deseo no saber como se siente una persona mentirosa,  deseo tantas cosas. Nada como aquella noche en que tu mente viaja, camino para no pensar, y la gente espera hacer sus sueños realidad, cuando mis pensadillas se materializan todos los días, y si no fuera por el vaho de mi boca al viento frio no me daría cuenta que estoy viva.  Lo peor de vivir sujetada simplemente de ilusiones y pretensiones tarde o temprano se comienza a sentir, comienzas a notar que simplemente los espejos que has construido se quiebran, y tus lagrimas te lavan la cara fría, y quiebran mi piel de porcelana, y dejan al descubierto el monstruo herido tras todo el brillo y las sonrisas sin sentido,  convencerse que nada es real y sentirse fría, hasta la medula.

La noche, el único momento en que puedo pensar en el día, tal vez en mi vida, desearía no resumir mi vida en la cotidianeidad de una noche, ni de un día, quisiera poder resumirla en mas de 3:30 que en lo que dura una canción triste. Quisiera no tener que recordarme de todo cuando amanece y que el reloj se hubiese detenido ante sus ojos,  ya quisiera que los recuerdos de mi memoria se hubiesen ido luego de los flashes de esas fotografías, y que mi mente esquizofrénica nunca haya conocido el poder de las palabras, a veces solo deseo, pero no significan nada. A veces desearía no haber encontrado un refugio para mi en aquellos brazos fuertes, solamente, y me pregunto como seria no haberme adentrado en la aventura de su voz ronca y el vaivén de sus cambios de humor, y frenesí que me provoca sus sueños, ya no lo sabremos, hubiera vivido hasta hoy con la incertidumbre y la duda de lo puede o no sentir, sé que sus sentimientos estaban, y ahora asustados y lastimados se desvanecieron... Como aquella niña que crece con el resentimiento hacia su padre preguntándose si alguna vez la quiso, deseando jamás haberlo conocido y creer que era un hombre bueno, pero su esperanza es estéril. su superhéroe un villano, y las rosas demasiado reales para intentar pintarlas de lindos colores.

¿Como contarle a alguien de tu problema, cuando él es el problema?
Me quedo con el nudo en la garganta avisándome que estoy a punto de llorar, escuchar las estrofas solitarias de tu boca, y tragarme, si, literalmente, las ganas de confesarme. A veces creo en la injusticia, cuando tu recuerdo aparece misteriosamente cuando intento borrarte, no más de un intento y me desmorono por completo. Irónico. Me pierdo en mis debilidades, en caer y sus delicias, en encontrarte y perderme. Te das cuenta que estas sola cuando el tiempo no esta de tu parte sino en tu contra, o si te das cuenta que tal vez el esté leyendo esto, no lo creo. Burlándome del amor, me encuentro perdida dentro de sus cambios de humor, era una lágrima o una gota de sudor, no lo sé, pero me dolió. No hizo falta el ceder, él jamás apareció. Por las noches despierto llorando, asustada, soñando 

Cada vez siento menos las esperanzas, cada una se desvanece con el paso de los segundos, con el los años no significan nada cuando todo puede cambiar en minutos. La inseguridad me invade, ese exquisito futuro incierto, que lo modificamos cada instante. Tengo miedo, temo perderte, temo que esta vez ya no regreses, temo que seas feliz temo que yo ya no signifique nada, temo finalmente que estas lagrimas ya no se sequen. El castillo de recuerdos se esta por derrumbar, yo te espero sentada frente al espejo de ese bar, con los ojos cansados y el alma enferma. Era obvio que el no era una llama eterna. La música hace tiempo termino y es inútil seguir cantando acapella. Es inútil abrir los ojos cuando hay tanta obscuridad y es en vano esconderse durante una tormenta.  Todo es innecesario con la soledad solo tiene tu triste compañía, y cuando los días parecen los mismos 

Fuimos dos equivocados, tal vez no fue así en todo el sentido de la palabra, estábamos fuera de tiempo  y en el lugar equivocado,  el no debía estar ahí y yo tampoco debía estar en ese lugar. Así surgía él en mi vida, de la nada casi por impulso, naturalmente. Todo parecía girar inclusive nuestra diferencia de edad. Todo volvía a comenzar,  necesitábamos un lugar.  Nunca podre saber si realmente era amor. O simplemente  éramos dos personas solas, y en nuestra mente solitaria éramos lo que necesitábamos para complementarnos, o si simplemente fui su salvadora. Su ángel, así me llamaba. Habíamos creado nuestro refugio tan fuerte por fuera y mas que frágil por dentro,  tal cual el.  Siempre encontrando mil razones para herirlo, mentirlo, mil motivos para darle la razón, y darnos cuenta los dos que estamos destinados a la soledad de nuestros recuerdos. Nunca supe porque no puedo separarme completamente de el, no es una pesadilla ni un sueño placentero aunque, es adictivo, fuerte y frágil a la vez, me hacia mejor persona;  con el sentía el roce de la felicidad…hasta dolía. Aparece en mi vida así de pronto con su cuerpo fuerte y ánimos cambiantes, me busca y me encuentra siempre, recaigo una y mil veces…  me atrapaba y me congela en el tiempo, que  pasa lento igual que sus manos por mi piel, y mis dientes clavando la suya . Siempre estuvo, lejos, fuera de mi entorno, se sentía  rechazado y culpable, un nada… aunque para mi era mío, mi protector, el me cuidaba, me amaba, arreglaba mis heridas, mis alas rotas, a veces simplemente lo llamaba en mis pensamientos y el me buscaba, cuando tropezaba y caía el estaba ahí, no porque se sentía obligado sino porque… era una niña y el me quería